domingo, 29 de julio de 2012

El uso de la cámara fotográfica (V): la exposición.

Llamamos exposición a la cantidad total de luz que llega al material sensible durante la formación de la imagen.

Depende de la luminosidad del motivo y de la cantidad de luz que se deje llegar al material sensible, factor que se controla mediante el la apertura del diafragma, la velocidad de obturación y la sensibilidad. Con esos tres parámetros debemos jugar para obtener una exposición correcta.

Tradicionalmente se colocaba un carrete con una sensibilidad determinada y el fotógrafo determinaba la apertura y la velocidad de obturación. En la fotografía digital se puede cambiar la sensibilidad entre una fotografía y otra, lo que añade un elemento más para conseguir una exposición correcta.
Veamos una par de  imágenes en las que se explica la relación entre la apertura y la velocidad de obturación.


Diferentes parámetros pueden producir una exposición correcta, aunque la imagen tendrá diferentes características.

El fotógrafo novel puede pensar que determinar la cantidad de luz es algo muy complejo, afortunadamente el 99% de las cámaras fotográficas incorporan un fotómetro, un dispositivo que mide la cantidad de luz y que nos dice cuál será la exposición adecuada en la mayoría de los casos. Aún así es recomendable aprender el funcionamiento del fotómetro de cada cámara a través de la práctica, ningún fotómetro puede saber qué parte de la imagen es la que deseamos que salga correctamente iluminada y, en muchas ocasiones (grandes contrastes entre luces y sombras) tendremos que elegir qué tipo de iluminación queremos conseguir.

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